martes, 14 de septiembre de 2010

FOCOS A LA VISTA

FOCOS A LA VISTA
14-09-2010.
Aimée Cabrera
Corresponsal de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- No es de extrañar que una persona entre en
un cine, en una tienda o iglesia, y sienta la picada de un mosquito, en
cualquier parte de su cuerpo. De nada vale que el local esté limpio, el
Aedes Aegyptis se ha adueñado de gran parte de la isla de Cuba.
Las familias se exigen a sí mismas la limpieza de tanques y otros
recipientes donde acumulan agua durante días. La escasez del líquido
vital parece no tener solución en una nación más interesada por lo que
ocurre en el exterior que por garantizar el bienestar de su pueblo.
Jamás pensar en la modernización de las redes abastecedoras de agua ya
obsoletas, si aún existen barriadas y municipios a todo lo largo y ancho
de la Isla que viven "a cuenta gota", con el racionamiento del agua que
llega a través de pipas, y no de manera sistemática.
Por eso, suena a chiste que se forme un revuelo cuando se encuentra un
foco de mosquito en una casa o apartamento. Es normal que esto suceda
pues el habitat del temible vector son las aguas limpias.
En las zonas afectadas se realizan fumigaciones semanales, y control de
todo tipo de envases casi a diario, provocando el stress de quienes no
tienen focos en sus hogares. Cuando se pregunta por el polvo de Abate
que debe ser echado en las aguas estancadas, casi nunca tienen.
Otro problema es el de no avisar el día de fumigación que trae como
consecuencia que no todas las residencias sean fumigadas al unísono.
Para esta cuestión no hay respuesta satisfactoria, ni por parte de los
máximos dirigentes de esta campaña,
En barrios como Alamar, se ha exigido que los vecinos que no estén en el
horario de fumigación, deben dejar la llave de su casa con un vecino;
medida que no es del agrado de quienes con lógica, se preguntan cómo
es posible que los fumigadores trabajen sólo en la mañana y no puedan
regresar en la tarde a fumigar las casas de quienes trabajan y estudian.
La temporada ciclónica comienza su fase más temible que son los meses de
septiembre, octubre y parte de noviembre. Las intensas lluvias y otros
desastres relacionados con los mismos, promueven las infecciones a
través de estos y otros vectores, por lo que ponen en alerta a la
ciudadanía que vive en la incertidumbre propia de la desorganización
promovida por el mal trabajo no realizado correctamente por décadas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=29831

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